En la mente de los casi cien docentes interinos que
ayer llegaban escalonadamente a Antequera desde todos los rincones de
Andalucía estaba la amenaza de fuertes lluvias que anunciaban las
emisoras de radio de esos coches cargados de profesores y profesoras que
se acercaban la tierra del Torcal.
Las mejores y las peores previsiones se cumplieron.
Treinta miembros de la Plataforma de Docentes
Andaluces por la Educación Pública habían confirmado su asistencia. Diez
minutos antes del inicio de la marcha que nos llevará durante siete
días desde Antequera hasta Sevilla, estábamos en el punto de encuentro
unas veinte personas, nuestro ánimo seguía intacto pero asumiendo que
debido a la lluvia quizá algunos compañeros y compañeros habían decidido
no acudir a la convocatoria. De repente, desde las cafeterías aledañas
al lugar de salida (en las que se encontraban refugiados de la lluvia),
comenzaron a brotar las famosas camisetas verdes, hasta que una vez
todos juntos nos dimos cuenta de que habíamos triplicado las
expectativas, éramos casi un centenar.
La lluvia cesó para la salida, atendimos a los medios de comunicación.
Contamos con la presencia de Lola Quintana, parlamentaria de IU por la
provincia de Málaga, y con el apoyo de CGT, Ustea y Marea Verde.
Iniciamos la marcha con nuestros cánticos reivindicativos y cargados de
optimismo, pero antes de tomar la carretera para Bobadilla el cielo
volvió a descargar una tromba de agua. A cubierto decidimos en asamblea
que quién quisiera continuar en coche lo hiciera pero que muchos
estábamos dispuestos a calarnos hasta los huesos para que nuestra
determinación sirva de aviso a los que de momento no tienen la voluntad
política necesaria para solucionar nuestra situación. Prácticamente la
totalidad de los asistentes decidieron proseguir la marcha y un cálido
sol nos animaba a gritar más alto que sí, ¡sí se puede!
Realizamos la mitad del recorrido soportando
condiciones climáticas que ya amenazaban nuestra seguridad, por eso
siguiendo las recomendaciones de las fuerzas de seguridad del Estado que
nos acompañaban (a las que agradecemos su disposición y su paciencia)
nos desplazamos a Humilladero donde nos esperaba una gran paella y un
rato de compartir, cantar y soñar juntos, en el Edificio de Usos
Múltiples de Humilladero que tan generosamente nos cedió su consistorio y
el que después descansarán los compañeros y compañeras que continuaran
la marcha al día siguiente.
La jornada concluyó con una charla en la que
expusimos nuestras reivindicaciones y que contó con la asistencia de
algunos concejales de IU de Humilladero.
Despedidas, ánimos, intercambios de teléfono y de abrazos fueron la nota
final de una jornada en la nos superamos a nosotros mismos y a partir
de ahora…¡que salga el sol por Antequera!
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